Esta situación afecta a más de 20 personas de la tercera edad que deben acarrear agua en cubetas hasta sus departamentos, que pueden estar en planta baja o en el cuarto piso.
El capital no sólo cubre las necesidades de las normalistas, también solventa los servicios de luz, gas, y y el pago a los proveedores que surten el almacén del comedor.
Después de siete años de esperar ser electos en planes gubernamentales de restauración, se pudieron hacer arreglos urgentes en el inmueble de 1612, dañado en los sismos de 2017.